CUANDO NO PUEDAS PENSAR, ESCRIBE
jueves, 28 de abril de 2011
Cuando me pidió que escribiese algo...
Cuando me pidió que escribiese algo sobre alguno de sus dibujos pasé mucho rato mirándolos. Ya los había visto. Siempre admiré las líneas trazadas rápido, los dibujos a lápiz, los rayones de su bolígrafo. No pensé que dibujase tan bien en la sala de espera en la que lo conocí.
Se trataba de escribir sobre un dibujo que me inspirase. Así que no elegí el mejor. Los mejores ya están en su blog. Elegí aquel sobre el que creo que puedo decir algo. Y ahí va:
Tumbada bocabajo, apretando la piel contra una sábana blanca, no tiene nada que decirle a él, que la mira dejando los ojos en blanco, o en azul.
Echa humo por la boca, con un gesto casi desagradable. Aguanta el cigarro. Odia no poder echar las cenizas sobre la sábana blanca, esa contra la que se aprieta fuerte, odia no poder quemarla para borrar todas las huellas.
Sube los pies. La hace sentir más ligera. Mueve los pies. La hace darse cuenta de que sigue existiendo detrás de su nube de humo.
La nube de humo llega a la sábana, y como ambas son blancas, se fusionan. Otra huella que deja en aquella habitación: el olor de su cigarrillo, el que mete una y otra vez en su boca, dentro de aquella sábana, la puta sábana blanca que la une a la cama.
Tiene el pelo alborotado, le gustaría que le cayera sobre los hombros. No quiere soltárselo mientras él la mira. Quiere parecer indiferente, quiere fusionarse con la sábana, quiere olvidar que la noche que pasó en aquella habitación la hizo darse cuenta de lo vulnerable que el corazón es cuando se lo pone sobre una sábana blanca cerca de otro corazón.
Para Alex, en nuestro reto artístico =)
Lucia
lunes, 25 de abril de 2011
Vivir acelerada
El tiempo en la vida es lo único (lo único) que verdaderamente tenemos.
Y es que a veces la vida se acelera, se acelera. Vas corriendo, parriba, pabajo, mirando adelante, viviendo sin pasado ni futuro, solo viviendo, viviendo corriendo.
Y a veces la vida se para, el presente va tan lento que deja de existir, tan tan tan lento que solo se puede mirar atrás, porque nada ocurre, nada pasa (todo pasa). O va tan tan lento que solo existe ese momento, solo ese momento, los olores, las caricias, el tacto de ese momento.
A veces la vida se acelera, te olvidas de lo que eras, de quien eras, solo corres, corres hacia un futuro al que temes, al que no sabes enfrentarte, despojada de todas las telas que te cubren y te definen, de las telas pesadas que te hacen ser tú. Salir corriendo, tirarlas al suelo, correr desnuda.
Lucia
Y es que a veces la vida se acelera, se acelera. Vas corriendo, parriba, pabajo, mirando adelante, viviendo sin pasado ni futuro, solo viviendo, viviendo corriendo.
Y a veces la vida se para, el presente va tan lento que deja de existir, tan tan tan lento que solo se puede mirar atrás, porque nada ocurre, nada pasa (todo pasa). O va tan tan lento que solo existe ese momento, solo ese momento, los olores, las caricias, el tacto de ese momento.
A veces la vida se acelera, te olvidas de lo que eras, de quien eras, solo corres, corres hacia un futuro al que temes, al que no sabes enfrentarte, despojada de todas las telas que te cubren y te definen, de las telas pesadas que te hacen ser tú. Salir corriendo, tirarlas al suelo, correr desnuda.
Lucia
lunes, 11 de abril de 2011
El cristal con que se mire
Casi todo en esta vida depende del cristal con que se mire.
Cuando algunos dicen 'qué jodida es esta vida' la mejor respuesta es 'nadie dijo que fuese a ser fácil'. Y es que es la cruda realidad. Nadie dijo que fuese a ser fácil.
Teniendo en cuenta que la vida empieza como una putada, un parto, un estrés, salir de tu morada calentita, silenciosa, bien nutrida, cómo iba a ser fácil. Salir a este mundo cruel, como dicen algunos, salir al ruido, a tener que buscarse el alimento (ésto último culpa de Adán y Eva), a querer o no querer, a elegir y como consecuencia de elegir, a equivocarse. Y es que nadie dijo que fuese a ser fácil.
La infancia, la adolescencia, la juventud. No hablemos más allá, que aún no lo conocemos. La vida, en general, llena de altos y de bajos, de momentos de felicidad, de tristezas. Algún golpe de vez en cuando. Algunos golpes demasiado duros.
La vida, en sí misma, no es ni buena ni mala. Y es que casi todo en esta vida depende del cristal con que se mire.
Podriamos tirarnos la vida lamentándonos de nuestras desgracias, de que llueva, de que no me quiera el que quiero que me quiera, de las esperas, de tanto hijo de puta suelto. Y podemos apreciar un dia de sol, pensar que el que quiero que me quiera tal vez sea mejor que no me quiera (sobre todo si no te quiere), que en las esperas es donde surgen las más grandes ideas, que por cada hijoputa hay al menos una persona que merece la pena (o dos, o más).
Podríamos ver el cielo, apreciar que sea azul, mirar el mar, apreciar que esté mojado, el sol caliente, el agua fresca, los ojitos lindos, las bocas sonrientes, los caminos largos y gratificantes, las metas conseguidas, las metas erradas, los errores como enseñanzas, los logros como recompensas, la gente como amigos.
Vivir. Al final, solo se trata de eso.
Lucia
Cuando algunos dicen 'qué jodida es esta vida' la mejor respuesta es 'nadie dijo que fuese a ser fácil'. Y es que es la cruda realidad. Nadie dijo que fuese a ser fácil.
Teniendo en cuenta que la vida empieza como una putada, un parto, un estrés, salir de tu morada calentita, silenciosa, bien nutrida, cómo iba a ser fácil. Salir a este mundo cruel, como dicen algunos, salir al ruido, a tener que buscarse el alimento (ésto último culpa de Adán y Eva), a querer o no querer, a elegir y como consecuencia de elegir, a equivocarse. Y es que nadie dijo que fuese a ser fácil.
La infancia, la adolescencia, la juventud. No hablemos más allá, que aún no lo conocemos. La vida, en general, llena de altos y de bajos, de momentos de felicidad, de tristezas. Algún golpe de vez en cuando. Algunos golpes demasiado duros.
La vida, en sí misma, no es ni buena ni mala. Y es que casi todo en esta vida depende del cristal con que se mire.
Podriamos tirarnos la vida lamentándonos de nuestras desgracias, de que llueva, de que no me quiera el que quiero que me quiera, de las esperas, de tanto hijo de puta suelto. Y podemos apreciar un dia de sol, pensar que el que quiero que me quiera tal vez sea mejor que no me quiera (sobre todo si no te quiere), que en las esperas es donde surgen las más grandes ideas, que por cada hijoputa hay al menos una persona que merece la pena (o dos, o más).
Podríamos ver el cielo, apreciar que sea azul, mirar el mar, apreciar que esté mojado, el sol caliente, el agua fresca, los ojitos lindos, las bocas sonrientes, los caminos largos y gratificantes, las metas conseguidas, las metas erradas, los errores como enseñanzas, los logros como recompensas, la gente como amigos.
Vivir. Al final, solo se trata de eso.
Lucia
domingo, 10 de abril de 2011
Desperté sudando
Desperté sudando, bastante dormida.
Con los ojos aún cerrados mi cerebro empezó a pensar,
mis manos aún hinchadas tiraron de nuevo de la sábana,
para taparme hasta arriba, hasta el cerebro.
No es hoy el día de pensar en como ha cambiado tu vida
en los últimos meses.
No es hoy el día de las grandes conclusiones,
de las teorías para la posteridad.
Hoy toca dormir, al despertar comer, tras comer, dormir.
Otro día cogeré las riendas de mi vida,
hoy me quedo aquí a dormir.
Lucía
Con los ojos aún cerrados mi cerebro empezó a pensar,
mis manos aún hinchadas tiraron de nuevo de la sábana,
para taparme hasta arriba, hasta el cerebro.
No es hoy el día de pensar en como ha cambiado tu vida
en los últimos meses.
No es hoy el día de las grandes conclusiones,
de las teorías para la posteridad.
Hoy toca dormir, al despertar comer, tras comer, dormir.
Otro día cogeré las riendas de mi vida,
hoy me quedo aquí a dormir.
Lucía
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