CUANDO NO PUEDAS PENSAR, ESCRIBE

domingo, 28 de marzo de 2010

TRANSPARENTE


Me encantaría ser impredecible,

cambiar de rumbo
sin seguir ningun patron,
que no supieses leer mi mirada,
que mis labios sembrasen en ti la duda.
Me gustaria que cuando me mirases
me vieses mirar hacia otro lado.
Que dudases de mis intenciones,
de mis porqués,
de mi constancia.
Pero aqui me ves,
soy transparente.
Todo lo que ves
es todo lo que hay.


Lucía


viernes, 26 de marzo de 2010

Qué escondes tras esa sonrisa?
¿Qué escondes bajo las sábanas blancas de tu cama?
¿Escondes ilusiones, miedos? -¿Escondes esperanzas, idealismos, escondes un jardín enmarañado de ideas incoherentes?
Te sueltas el pelo, y lo dejas crecer a su aire, que es tu aire.
Dejas de buscar la perfección, y te inundas de hechos inconsecuentes. Te vuelves un alma caótica, irracional.
Vaya, resulta que no eres perfecta, niña.
Vaya, resulta que todo lo que piensas no es. Y que todo lo que no piensas tampoco es. Y todo resulta ser. Sin más.
Nada se pregunta por qué.
Por qué.

Lucia

martes, 23 de marzo de 2010

Un poquito bueno, un poquito malo

Estaba pensando en esas historias que te cuentan de cuando eras pequeña.
Mi madre dice que de pequeña yo siempre queria complacer a todo el mundo, asi que le decía a todas mis tias que eran mi tia preferida. Esto pasó porque se lo dije a una y vi que la hice muy feliz, y que me dio muchos besitos. Así que pensé, que para qué limitarse a alegrar a una pudiendo alegrar a las 7 que tengo. Obviamente, todas se enteraron, y quedé fatal. Lo que peor me sentó es que a la primera a la que se lo había dicho, que era mi preferida de verdad, no se sintió nada especial.

Otro de esos gestos para complacer a todo el mundo, era que cuando me daban algo de comida para probar y no me gustaba decía... 'esto está un poquito bueno un poquito malo'. Con el tiempo, he decidido retomar esta frase, que aunque parece simple, es casi metafísica, y muy profunda.
Casi todo, en esta vida, es un poquito bueno, un poquito malo.

Lucia

miércoles, 17 de marzo de 2010

COSAS DE MÉDICOS

Ser médico. ¿Qué es ser médico?
Tras una larga y medio interesante asamblea de facultad (todo un éxito, normalmente no hay quien las aguante) me he quedado pensado sobre qué es,para mi, ser médico.
Resulta que nos van a cambiar el acceso a la especialidad médica, de forma que en lugar de hacer el MIR y elegir especialidad, haremos el MIR, elegiremos un tronco de formación (médicas, quirúrgicas, diagnóstico por imagen y laboratorio), haremos 2 años troncales, un examen, y por fin, los 2 o 3 años de especialidad. Nos plantamos en 11 o 12 años de formación, que se dice pronto.

La reforma, en general, me parece una buena idea: ser médico no es ser otorrinolaringólogo, intensivista o cardiólogo. Pero me queda ese sabor agridulce... ¿será útil? ¿será tan bonito como tener una idea global de la medicina para luego especializarse? ¿o será hacer dos años más para aún no ser nada?
Hemos hablado, discutido, y hasta gritado en algún momento (he perdido los nervios, sí, lo reconozco).
La cuestión es: ¿queremos médicos hiperespecializados? ¿o queremos médicos en el amplio sentido de la palabra?
La especialización dentro de la medicina, algo que ya nadie discute, tiene miles de ventajas, pero plantea ciertos inconvenientes.
Yo quiero ser cardiólogo, pero... ¿no se mirar un fondo de ojo? Soy cirujano, pero... ¿no entiendo un electrocardiograma?
Sinceramente, yo no quiero ser ese médico superespecializado, que sabe todo todito sobre la cámara anterior del ojo, pero no sabe auscultar, leer un electro, ver una radiografía o hablar con un paciente.
Quiero ser médico especialista, pero ante todo médico, tener una visión global de la medicina. Ese, para mi, es el auténtico médico.


Lucia

martes, 16 de marzo de 2010

FUTUROS SUEÑOS

Ella, parada en medio del mundo, con una luz que le caia desde el cielo y le iluminaba la cara, solo pensaba en quién era, a dónde iba, a qué pertenecia.
Dónde está el futuro, para qué sirve el pasado, cuál es mi lugar, cuales son mis sueños, qué deseo, qué deseo, qué deseo... ¿qué deseo?
Quienes son mis aliados, quien me tiende la mano, quien me la suelta.
Y a quien doy yo mi mano, a cuantos, a cuantos.
¿Donde quedan esos sueños que no llegan a cumplirse? ¿Dónde todos esos recuerdos, todos lo que en un momento se olvidan?
¿Donde queda el presente, tan presente hoy, tan pasado mañana?
¿Quien deforma mis recuerdos, haciendome ver todo lo pasado con serenidad?
El llanto y la risa, todo con serenidad.
La nostalgia y el recuerdo, todo con serenidad.
Y ansias de futuro, eso siempre, siempre.

Lucia

lunes, 15 de marzo de 2010

HISTORIA DE UNA BICICLETA, CAPÍTULO 3

Me siento obligada a contar el desenlace de mi aventura con la bicicleta, ya que llamé capítulo 1 al otro post, y una se queda como a medias.
Nos quedamos en que la válvula era pequeña. Efectivamente, lo era. Ni se me ocurrió mirar lo de la válvula al comprarla. Qué se yo. Estaba convencida de que lo lograría hasta si me daba solo media cámara.
Así que allí fui yo, a la tienda de nuevo, muy digna.
No pude evitar pensar que el de la tienda al verme entrar se reía, porque seguro que nuncacionfió en mi. Echó media sonrisa sospechosa y yo, bajito, le dije: no lo he conseguido.
Obviamente se rió ante mi cara de frustración. Me dio la cámara de válvula GRANDE, me dio ánimo de nuevo y ahí que llegué yo a casa, orgullosa, ambiciosa: VOY A CAMBIAR LA CÁMARA YO SOLA. Cuando de repente, ¡zas! ¿Le he devuelto el taponcito de la válvula? ¡Nooooo! ¡Lo he olvidado en casa! Qué sentimiento de culpabilidad: y ahora este chico va a pensar que quería estafarle, ¡soy honrada! Maldito taponcito.

Y sí, chicos, la cambié. Y en un tiempo récord de una hora.
Y al día siguiente fui a la tienda por tercera vez a devolverle el taponcito al chico, muerta de verguenza. Me dijo: ¿me estas diciendo que has venido... (mierda, me va a reñir por estafadora robataponcitos) ... solo para devolverme el tapón de la válvula? Y yo: sí, sí, lo siento, se me olvidó ponérselo... Y él: ¿pero en serio? ¡anda que no tenemos taponcitos! ¿quieres aire pa las ruedas, mi arma?




FIN
Lucía (cambiadora oficial de cámaras de bici y robataponcitos ocasional)

martes, 9 de marzo de 2010

HISTORIA DE UNA BICICLETA. CAPITULO 1

Tras un día de lo más absurdo y frustrante no me queda otra que contárselo a mi blog.
Me he levantado a las 7 y media para ir a clase a las 9. El profesor no ha aparecido (dicen que cuando no vienen es porque están salvando vidas, así que no podemos ni quejarnos). Tenía que esperar hasta las 12 para dar una clase de la asignatura que menos me gusta. Así que me fui de la facultad a dar una vuelta mañanera con unas amigas. Qué absurdo levantarse a las 7.30 para no hacer NADA.
Mientras andábamos pensé que para hacer algo productivo me iba a comprar una cámara para arreglar el pinchazo de la bici. La compré y le dije al de la tienda que la iba a cambiar yo solita, sin ayuda de nadie. Y él me animó.
Las otras dos veces que se me ha pinchado la bici me la han cambiado Mario y mi padre, dos grandes hombres, pero esta vez me sentía rebelada contra el hombre arreglador, y quería ser yo, una mujer, la mujer arregladora e independiente, la mujer práctica y manitas.
Supongo que a estas alturas ya os imaginareis la frustración de mi sueño, pero aún así os lo voy a contar:
Cuando llegué a casa a eso de las 13.30 me fui directa para la terraza, le di la vuelta a la bici a lo rambo, me fui a por las herramientas, todo ello muy orgullosa y con la cabeza muy alta, e incluso con el objetivo de hacerlo en tiempo récord.
Eché un vistazo a la rueda pinchada. Efectivamente, pinchada.
Miré las herramientas. Dos llaves inglesas y dos destornilladores (uno plano y uno de estrella).
Observé la rueda. La tenía que quitar. Pero la lluvia ha oxidado las tuercas y los tornillos de la bici, y quitar esos tornillacos no era fácil. 25 minutos intentándolo. Una tuerca fuera, la otra no había dios que lo moviese (dios en minúscula por no ser todopoderoso).
Con el cabreo me fui a ver los Simpson. Cuando llegó mi padre le dije que si me podía quitar la tuerca ¡pero solo la tuerca! porque yo solita iba a cambiar la rueda.
Cuando he vuelto a mirar la bici mi padre habia quitado la rueda y la tuerca seguia en su sitio. ¿No hacía falta quitar la puta tuerca? ¿Era una tuerca inútil? ¿O la ha quitado y vuelto a poner? Misterios de la vida.
Así que a las 17.00, con un buen solete dando en la terraza me he puesto en tirantas de nuevo manos a la obra. Esta vez lo iba a conseguir.
Quito la cubierta (no es tan fácil), saco la cámara anterior, veo donde está pinchada.
Este último paso es algo absurdo, porque qué más da dónde esté pinchada, pero Mario me dijo que él lo hacía, y quiero ser fiel a mi maestro. Además, encaja con mi visión sobre la resolución de problemas: ir al origen. Además, tiene relación con el diagnóstico médico: ir al origen.
Pues allí estaba el origen: dos agujerillos de ná, que además no han sido por nada externo, sino por llevar las ruedas demasiado flojas. ¡Mi culpa!
Me dispongo a inflar la nueva cámara (llevo más de 20 minutos al solano, y aún no he hecho nada). La nueva cámara tiene una válvula que no encaja por ningún lado en mi bimba. Al decir en ningún lado quiero decir que tras otros 20 minutos intentándo meterla ¡como sea! no entra.
Con ganas de llorar, cagándome en la humanidad, en las válvulas, las cubiertas, las cámaras y en la mujer trabajadora, he llamado a Mario y le he dicho que ¡no lo he conseguido!
¡Vaya! Parece ser que existe un 'adaptador para la bimba'. ¿Un adaptador? ¿Y no pueden hacer todas las válvulas iguales? ¿Y por qué el de la tienda me da la fina?
Os contaré como termina todo esto.
De momento, la bici sigue desmontada en la terraza.

Lucia

domingo, 7 de marzo de 2010

LLORO

Lloro de amor y de lágrimas.
Lloro de cosas tristes,
y hasta de tu alegría lloro.
Lloro sin ti,
porque te has ido
quedándote solo conmigo.
Lloro de ausencia y lloro de pena.

Lucia

martes, 2 de marzo de 2010

NUBARRONES CON OJERAS

Existen todos esos nubarrones con ojeras rodeados de humo, que se quejan de la falta de valores de la sociedad, que lamentan la pérdida de las buenas costumbres y que tienden a la depresión cada vez que salen a la calle.
Una vez lei una frase de un pensador griego, en la que aseguraba que la generación de después de la suya era la peor generación que se podía concebir, sin respeto a los mayores y sin aspiraciones en la vida.
¿Os suena?
¿Cuántos años llevamos quejándonos de los jóvenes? ¿Cuántos criticando las nuevas costumbres? ¿Cuantos esfuerzos haremos por no entender lo nuevo?

Hay gente que dice que ya no existe el amor, que las cosas antes eran más auténticas, más reales, que las familias eran familias, y los padres, padres.
¿Pensais que no hay amor en vuestras vidas? ¿Qué hay de la realidad de vuestros sentimientos? ¿Y de vuestros padres? ¿Acaso no son verdaderos padres?

Hay demasiado demagogo suelto, demasiado tristón sin causa.
El amor existe.
O que baje Dios a negarlo.


Lucia