He decidido crear un blog...
Algo que solo leerá quien quiera. O que tal vez no lea nadie.
Se llama ventanas transparentes por lo que supone el blog. Una ventana de uno mismo hacia los demás, de uno mismo hacia uno mismo. Ventanas transparentes, ventanas abiertas, me gusta.
Tenia ganas de escribir para los demás, pero no para todos los demás. Solo lo leerá quien quiera. El tuenti resultaba demasiado... "masificado". No podia escribir pensando en la cantidad de gente que leeria lo que escribia.
Aqui lo siento más recogido.
Diciembre.
Siempre me encantó Diciembre.
Un mes frio. Un mes que siempre me hace pararme a pensar en los diciembres anteriores.
Un mes que hace mirar atras y valorar los meses anteriores. Un año entero. Un mes de propósitos, supongo.
Tengo poco que proponerme este año. Resulta que ya he dejado de fumar y que no tengo ningún interés en perder peso ni en ir al gimnasio. Ya me he quitado las dos de siempre.
Las otras... ¿ahorrar? ¿ser mejor persona? ¿estudiar más y tener más paciencia?
Bueno, ponme un poquito de cada. Que nunca vienen mal.
Este Diciembre me recuerda al Diciembre pasado. Lleno de amor, de ganas, de fantaseos. Con menos gente cerca, quizas. Pero los de verdad más cerca que nunca.
Asusta a veces que las cosas fluyan por miedo a que dejen de fluir. Pero que fluyan, que fluyan. Que fluyas tu, que fluyas.
Ayer murió el unico paciente al que habia cogido cariño en mis prácticas del hospital. Me alegro de no haber estado en el hospital en ese momento, no habría sido fácil. Ya llegará, para las cosas duras no tengo prisa. Murió y al enterarme solo me quedó agarrarme a la "ley de vida". Los viejos mueren, sí. Pero parece que unos demasiado pronto, y otros más tarde de lo que habrían deseado. Y Manuel murió ayer y que menos que dedicarle unas líneas por su simpatía y su amabilidad. Todos somos simpáticos de copas. En la cama de un hospital ya es otra cosa. Creo que siempre recordaré a mi primer paciente.
Y ahora, a volar, a volar.
Lucía