Y yo me pregunto... ¿de quién serán todos esos paraguas rotos que aparecen los días de lluvia por los suelos? Dan esa sensación de triste abandono. Esa que dan los abuelos abandonados por sus nietos, solos en el parquecito, viendo jugar a otros nietos, cuyos abuelos tal vez también están solos (viendo jugar a los nietos de los primeros).
Esos paraguas que un dia... ¿se escaparon de las manos de alguien? ¿nadie decidió ir a buscarlos para darles sepultura en su papelera correspondiente? Tan rotitos, con las varillas fuera, la tela rasgada. Tan abandonados como los abuelos solos de los bares.
Los días grises, en los que uno se siente más inútil, menos capaz, menos fuerte. Esos días como la vejez, menos útil, menos capaz, menos fuerte.
Qué miedo hacerse mayor, qué dificil a veces entender a los mayores, qué saturación de lluvia, qué necesidad de sol, qué ansias de juventud.
Lucia
Jajaja, joder como pintas la vejez,mas vale no llegar si voy a terminar roto y tirado!! me encanta como escribes..tienes connotaciones lindas,fragiles y dulces..ojala algun dia yo exprese asi las cosas q hago :)
ResponderEliminarMaravillosa la comparación...objetos usados, desgatados que acaban abandonados...¿para cuando la sociedad entenderá que los ancianos no se compran en el chino? Un saludo guapa!
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